Anna Piaggi: Inolvidable



Su aspecto era inconfundible, absolutamente excéntrico. Anna Piaggi era una suma de iconos: sus sombreros de Stephen Jones,  su pelo azul, su cara empolvada en blanco, sus exagerado maquillaje, su ropa vintage, la célebre  máquina de escribir roja Valentine de Olivetti con la que escribió todas sus columnas desde 1969, los bolsos de Chanel, sus ‘Manolos’ y también su célebre columna en Vogue Italia.

Su marido, con el que trabajó hasta que él murió en 1995, Alfa Castaldi, era fotógrafo de moda y la introdujo en el mundo del periodismo de moda.

Fue editora de la revista Vanity pero su reconocimiento absoluto llegó cuando empezó a trabajar con Franca Sozzani en 1988 como consultora creativa para el Vogue Italia. Su publicación fija, llamada Doppie Pagine, era una referencia que informaba de las tendencias mediante un collage de imágenes antiguas con diseños de temporada.

En 1998 se publicó  “Anna Piaggi's Fashion Algebra”, una colección de sus ‘dobles páginas’.  Aunque no era la primera vez que protanizaba un libro, en 1986 Karl Lagerfeld, había publicado su “Diario de moda” que contenía la documentación de diez años de trajes de Piaggi, a través de una colección de cientos de bocetos.



Su colección de ropa era enorme, ya que ella jamás lucía en público el mismo atuendo más de una vez. En el año 2006 el Victoria and Albert Museum de Londres celebró una exposición en su honor que incluía 2.865 vestidos, 265 pares de zapatos, 932 sombreros, 29 abanicos y 31 boas de plumas.

Declaraciones como ‘mis mascotas son mis sombreros’ y ‘me siento mejor si tengo puesto un buen sombrero’ han alimentado su leyenda.

Manolo Blahnik dijo que ella era "la única autoridad en vestidos que queda en el mundo" y Bill Cunningham la definió como una ‘poeta con ropa’. Karl Lagerfeld explicó una vez ‘ella se viste de forma que interpreta un papel. Es una gran intérprete, pero también es el autor de la obra’.

Ayer falleció y en el mundo de la moda fueron muchos los que alzaron sus voces lamentándolo. Desde aquí nos unimos a ellos.


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